DINERO SUCIO

     Hoy deseo referirme al largo metraje de Charles Ferguson titulado en español “Dinero Sucio”, (Inside Job) a quien le fue otorgado el Oscar por el mejor documental hace unos meses en los Estados Unidos.  Es una incursión bien lograda en el oscuro mundo del dinero para explicar el brutal deplome de los mercados financieros en el año 2008, que sigue repercutiendo de manera muy honda en la vida social de los países del mundo.  Ferguson expone el colosal fraude financiero perpetrado por personajes con rostro y nombre que actualmente pertenecen al gabinete del presidente Obama y siguen en sus funciones alegre e impunemente. Son quienes, urdidos con la corrupta banca de Wall Street, diseñaron y aplicaron la venta de paquetes de deuda, llamados derivados, que colocaron en la red bancaria internacional de los países del mundo y que tienen a muchos de ellos en bancarrota, incluyendo a los Estados Unidos de Norteamérica.  Sin embargo, nuestro vecino del norte toma ventaja de su moneda, el dólar, como instrumento de intercambio comercial global y persiste en mantener un sistema diabólico de falta de regulación bancaria, de "reserva fraccionada" donde crean 90% de instrumentos de deuda a partir de una suma inicial que solo representa el 10% del total, es decir crean dinero de la nada, y persistir en imprimir dólares para los rescates de una banca que perdió el rumbo y se volvió casino de juego.

     La existencia toda, individual y social, en casi todo el planeta, requiere un sustento económico. Desde el sistema de trueque hasta la invención de la moneda (dinero), es el medio que permite las estructuras sociales que expresan la vida.  Cuando los sistemas financieros se desploman, se crea deuda, se gestan las guerras, la destrucción, la muerte.

     La causalidad de la violencia, de las hambrunas, de la peste, de las guerras, tiene,  en casi todas, un componente de economía maltrecha.

     Si seguimos la ruta de la crisis a sus orígenes hallaremos el factor humano que ha facilitado las circunstancias y condiciones: la codicia. Lejos de tener las estructuras económicas, políticas y sociales aunadas a una visión ética de la vida, para acotar esta destructiva característica del Ser Humano, se han fomentado por el sistema de Mercado y Consumo.  La instalación del individualismo a ultranza bajo el sistema Neoliberal, desde los años 80 y 90, han proyectado una enseñanza: que la codicia es positiva.

     Las consecuencias las vemos ahora claramente, las clases medias de los Estados Unidos, se han empobrecido y han desaparecido las oportunidades doradas de antaño.  En el mundo, la desigualdad entre países pobres y ricos se ha ensanchado de manera muy notable.  La clase de los ricos se presenta en los medios de comunicación, ostentando obscenamente su riqueza y lo que es peor, se convierten en paradigma al que hay que aspirar en esta vida.

     El descontento que cunde en el norte de África y ahora en España busca el acceso a una vida un poco mas digna, son jóvenes sin empleo, sin oportunidades, claramente es un tema económico que los sistemas políticos no hallan cómo resolver y que se expresa como un grito desesperado de democracia que acceda a formas mas dignas de vivir.

     Los Estados Unidos de Norteamérica crearon el nido de desesperanza y escepticismo que recorre el globo. Es, supuestamente la democracia más operativa del mundo, pero detrás se esconde una oligarquía difícil de vencer, que sigue sosteniendo el mismo sistema que ha puesto al mundo en crisis. Simplemente abolieron la ley Glass- Steagall, creada en el mandato de Theodore Roosevelt para lidiar con las consecuencias de la Gran depresión de 1929, dejaron de regular a la banca y la convirtió en casas de juego.  Ahora mismo hay fracciones del Congreso norteamericano que persigue la reinstalación de la ley Glass-Steagall, para poner a la banca dentro de los límites que requiere una economía real, productiva y no de deuda. 

     En México, también estamos en crisis. En apariencia, las finanzas del país son viables, pero no se reflejan en la sociedad.  Igualmente, poseemos una generación de jóvenes desesperanzados, sin oportunidades.  Lo peor para nosotros es haber adoptado la misma filosofía de desvalores del sistema capitalista de extremo, basado en la codicia, en la falta de ética, de moral, donde lo malo pasa por bueno, para tener, acumular, dominar. Nuestra banca, aunque mucho mas regulada, es despojadora, usurera y extranjera. Nuestro sistema anida a los peores empresarios y políticos, movidos también por la codicia.  La acumulación de ganancias y de poder, el juego por llamarlo así, excita partes del cerebro que refuerza las conductas malsanas produciendo placer en el individuo, es adictivo. Todos ellos son adictos en cierta manera.

     Los movimientos sociales requieren converger hacia el rescate de la vida humana en la forma de reclamar los valores éticos, morales, familiares y sociales que se han disuelto en la codicia y placer de tener en el sistema de Mercado y Consumo.  Un sistema que nos golpea sutil ó rudamente en nuestra percepción y deseo, en todas las manifestaciones imbéciles de la propaganda comercial, para tener lo que en realidad no necesitamos.  Será necesaria la presión de masas para obligar a los gobiernos a reconsiderar y honrar las leyes constitucionales y crear una vida de dignidad y oportunidades. Sin embargo, no lo sabemos.  El escepticismo flota en el ambiente y el mundo entero se halla en un sitio incierto.

        Por último, ha pasado completamente desapercibido el caso de Islandia.  Hay que recordar que el país entero entró en bancarrota, se declaró insolvente. El documental nos muestra el caso de Islandia, porqué se hundió.  No nos dice que ocurrió después:   Islandia, en parlamento de Notables, desconoció la deuda tramposa y usurera que le impuso la banca extranjera en colusión con su propia banca.  Dijo: “no pagamos”.  Y más: llevó a sus banqueros a juicio y los encarceló, nacionalizó la banca, reordenó su economía, negoció con las empresas extranjeras que explotan sus recursos naturales, se mantienen con las actividades económicas tradicionales, sobre todo la pesca que representa el 40% de su PIB.

     Gran lección la de Islandia.  Les fue favorable hacerlo por su poca población, mucho más difícil resulta para países con poblaciones más densas. Sin embargo, han señalado un camino, racional y alineado a las necesidades humanas.  Un camino orientado a la vida, no a la muerte.